miércoles, 26 de enero de 2011

SISTEMA FINANCIERO MUNDIAL

El Sistema Financiero Internacional es el conjunto de instituciones públicas y privadas (Estado y particulares) que proporcionan los medios de financiación a la economía internacional para el desarrollo de sus actividades.
Estas instituciones realizan una función de intermediación entre las unidades de ahorro y las de gasto, movilizando los recursos de las primeras hacia las segundas con el fin de lograr una más eficiente utilización de los recursos.
Instituciones Públicas: Bancos Centrales, Organizaciones Supranacionales, Ministerios de Economía, etc.
Instituciones Privadas: Bancos y Cajas, Grandes Superficies, Compañias  de Seguros, Grandes Constructoras.
Las grandes superficies son entidades de financiación porque venden a menores precios y pagan en más tiempo a proveedores, y además, venden al contado a un precio mayor, obteniendo un margen de beneficio. Por lo que el margen obtenido se invierte hasta que llega el momento de pagar.
Influencia del SMI en el SFI: El SMI; las monedas o medios de pago son de carácter nacional y porque cada gobierno monopoliza por un lado la emisión de su moneda y controla la circulación de monedas extrajeras dentro de su territorio. Trata de que no se cree otro sistema monetario dentro de su país.
Cada moneda tiene un valor respecto al resto de monedas denominado tipo de cambio. A la moneda que tiene un tipo de cambio y que, por lo tanto, es válida para realizar transacciones internacionales se la llama divisa. Hay dos sistemas para calcular el valor de las monedas respecto a otra.
Sistema de Cambio Fijo.
Establece un patrón respecto del que se calculan los valores de las monedas. (Patrón oro hasta 1971). Cada país acepta una moneda con relación a los depósitos de oro que tiene.
Sistema de Cambio Variable.
Consiste en comparar todas las monedas entre sí dentro del mercado de divisas.
Los particulares demandan monedas estables que no vayan a sufrir variaciones para no perder dinero por cuestiones exclusivamente monetarias. En el caso público hay que tener en cuenta que al Estado le compensa tener una moneda estable, ya que esta moneda estará en un mercado internacional en el que se puede intervenir, pero no controlar. El Estado trata de acumular monedas estables para que en caso de crisis financiera, estas monedas puedan venderse a cambio de moneda nacional, disminuyendo así la oferta y, por consiguiente, aumentando su valor.
Las divisas pierden valor fundamentalmente por dos causas:
1ª Causa Interna: Existe un exceso de moneda en circulación por una excesiva emisión.
2ª Causa Interna: Exceso de moneda en circulación por la venta o puesta en el mercado un exceso de moneda por parte de los agentes.

Un sistema financiero está formado por el conjunto de instituciones, mercados y medios cuyo fin principal es canalizar el ahorro que generan las unidades de gasto con superávit (UGS) hacia las unidades de gasto con déficit (UGD).
La misión del sistema financiero en una economía de mercado, es captar el ahorro o excedente de las UDS o ahorradores y canalizarlo hacia los prestatarios.
• Los ahorradores van a querer un interés muy alto por el capital ahorrado y los prestatarios pedirán un interés muy bajo.
• Físicamente no coincidirán nunca.
• Sus objetivos/deseos en cuanto al grado de liquidez, seguridad y rentabilidad serán también diferentes.
La labor de los intermediarios financieros es transformar los activos creados por los inversores, para hacerlos aptos para los ahorradores.
Dentro del sistema financiero, habrá que hablar del gasto de eficiencia, que se podrá medir a través de la cantidad de recursos que capte ese sistema. Será mayor la eficiencia, cuanto mayor sea el flujo de recursos que hay en el sistema financiero.

La crisis financiera de 2008 se desató de manera directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el año 2006, que provocó aproximadamente en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas. Las repercusiones de la crisis hipotecaria comenzaron a manifestarse de manera extremadamente grave desde inicios de 2008, contagiándose primero al sistema financiero estadounidense, y después al internacional, teniendo como consecuencia una profunda crisis de liquidez, y causando, indirectamente, otros fenómenos económicos, como una crisis alimentaria global, diferentes derrumbes bursátiles y, en conjunto, una crisis economicas a nivel mundial.
Las economías de todo el mundo se ven afectadas por la carencia de crédito. Ciertos gobiernos nacionalizan los bancos, como en Islandia y Francia. Los bancos centrales en los EE. UU., Canada y algunas partes de Europa tomar la coordinación sin precedentes de un recorte de un medio punto por ciento de los tipos de interés en un esfuerzo para aliviar la crisis.
Acciones han subido y bajado con noticias de los fracasos, las adquisiciones y de rescates. En parte, esto refleja la confianza de los inversores en el sistema bancario. Si bien las acciones bancarias han sido golpeadas por deudas dudosas, los minoristas se han visto afectados ya que la confianza de los consumidores se ha desvanecido por la caída de los precios de la vivienda.
El dólar estadounidense sufrió un proceso constante de depreciación y el déficit comercial que continuó batiendo récords. La ventaja exportadora por un dólar débil fue completamente anulada en el intercambio comercial por el alza de los precios del petroleo, del cual EEUU importa el 50%. Millones de familias comenzaron a perder sus hogares, e instituciones como Generals Motors, Ford, y muchas aerolíneas empezaron a tener serias dificultades. Los índices de confianza del consumidor se situaron sus más bajos niveles históricos (algunos datan de los años 50), y se produjo un alza del desempleo en Estados Unidos y otros países desarrollados.
Para marzo de 2009, los mercados bursátiles y de bonos han repuntado un poco. Además, se ha aliviado la presión sobre algunas firmas financieras de EE. UU. La acumulación de activos en problemas impide una recuperación económica: las pérdidas de crédito se proyectan mayores que las de EE. UU. Los bancos necesitarán más dinero fresco para sanear sus balances, según el FMI. Las autoridades económicas, desde el inicio de la crisis, han optado por diferentes soluciones: la inyección de liquidez desde los bancos centrales la intervención y la nacionalización de bancos (esta última muy poco), la ampliación de la garantía de los depósitos, la creación de fondos millonarios para la compra de activos dañados o la garantía de la deuda bancaria. Las medidas parecen tener como objetivo mantener la solvencia de las entidades financieras, restablecer la confianza entre entidades financieras, calmar las turbulencias bursátiles y tranquilizar a los depositantes de ahorro.

Respecto al Sitema Financiero Español hay que destacar que desde el punto de vista institucional, se puede definir el sistema financiero como el conjunto de entidades que generan, recogen, administran y dirigen tanto el ahorro como la inversión, en un sistema político-económico.

España tiene un sistema financiero diversificado, moderno, competitivo y completamente integrado en los mercados financieros internacionales.

El sistema financiero comprende el mercado crediticio, el mercado de valores y el mercado monetario, así como mercados específicos para derivados (opciones y futuros basados en diferentes activos, v. gr. el índice de cotización de acciones denominado IBEX 35).


En lo que respecta al mercado crediticio español hay que destacar que la liberalización de los movimientos de capital en la UE ha facilitado enormemente a las compañías españolas la obtención de financiación en el extranjero, así como el proceso de titulización de activos, en el que España ocupa el segundo puesto a nivel europeo.

Por su parte, el mercado de valores español vivió un firme proceso de crecimiento hasta 2007, debido fundamentalmente a la homologación con los mercados de los países de nuestro entorno y a que los sistemas técnicos, operativos y de organización en los que hoy se apoya permitieron canalizar unos mayores volúmenes de inversión. Estos factores conllevaron que los mercados españoles se dotaran de una mayor transparencia, liquidez y eficacia. A partir de 2007, la crisis financiera y económica mundial tuvo un impacto muy fuerte en las bolsas españolas. Sin embargo, en 2009 han recuperado su tendencia a la alza terminando el ejercicio con unos índices de rentabilidad similares a los del año 2007.

Por lo que respecta al mercado monetario, su importancia se ha incrementado de forma notable como consecuencia de la liberalización y de la mayor flexibilidad del conjunto del sistema financiero español durante los últimos años, con un importante volumen de negociación de títulos del mercado monetario.

Por último, se ha ido generalizando e intensificando la protección de los clientes de servicios financieros.

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