viernes, 14 de enero de 2011

LA DURA SITUCIÓN ACTUAL DE TUNEZ

Los disturbios continuaron este jueves en Túnez, especialmente en la capital y en otras regiones como la cuenca minera de Gafsa y la zona turística de Hammamet, mientras las asociaciones de derechos humanos elevaron a 66 el reporte de muertos desde que comenzaron las protestas sociales.
Desde París, la presidenta de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Souhayr Belhassen, aseguró que a la cifra de 66 hay que sumar ocho cadáveres más que han llegado a los hospitales y que están pendientes de identificar.
El último balance oficial ofrecido por el Gobierno tunecino cifraba los muertos en 21, mientras que los sindicatos y los partidos de oposición del país elevaron también el número de víctimas mortales a más de 60.
En la capital tunecina, al menos un manifestante murió este jueves por disparos de bala en el centro de la ciudad, después de que la Policía respondió contra una manifestación de profesores y estudiantes cerca de la avenida Habib Burguiba.
Las fuerzas policiales intentaron impedir el acceso de los manifestantes a las calles adyacentes a la Avenida Burguiba, la más popular de Túnez, para lo que emplearon gases lacrimógenos y posteriormente armas de fuego.
El movimiento de protesta exige desiciones contra la corrupción, el alza de precios, el desempleo y la presunta violación de derechos humanos.
Ganar tiempo
Por otra parte, el primer ministro tunecino, Mohamed Ghanuchi, convocó en la tarde de este jueves a los dirigentes, por separado, de los tres partidos de la oposición legal del país.
En una comparecencia en televisión (la tercera desde que comenzara la crisis), el dictador tunecino Zine el Abidine Ben Ali, aseguró sentirse "muy apesadumbrado por la violencia" que vive el país y afirmó que "ya se ha decidido que hay que detener los disparos" en referencia al uso de fuego real contra los manifestantes por parte de las fuerzas del orden.
"En los cambios tenemos que participar todos, los políticos, la sociedad civil y la oposición", dijo e instó a que "los hijos de los tunecinos vuelvan a la normalidad ya que es un pecado que estén en sus hogares y no estudiando".
Ben Alí prometió que se bajarán los precios de los alimentos básicos como el azúcar, la leche y "todo lo necesario para las familias". "Se va formar una comisión independiente que aclare todos los hechos y vamos a profundizar en todas las libertades, también en la de comunicación", afirmó.
Además aseveró que "no habrá más problemas con internet" en referencia a las dificultades de los tunecinos para acceder a determinadas páginas vetadas por el Gobierno.
El presidente aseguró que se creará una comisión nacional integrada por todos los actores políticos para la reforma de la Constitución y para que las próximas elecciones presidenciales y legislativas previstas para 2014 "sean pluralistas". "Vamos a hacer avanzar la democracia e instaurar un pluralismo auténtico", recalcó Ben Alí quien lamentó "profundamente haber sido mal aconsejado y mal informado" en relación con los sucesos de las últimas semanas en el país.
Demasiadas promesas después de 23 años en el poder, durante los cuales lo único que ha hecho es imponer una tiránica dictadura. La oposición se mostró escéptica con sus afirmaciones y desconfió de unas promesas realizadas para ganar tiempo.
Para hoy viernes hay convocada una jornada de huelga en la capital y una gran manifestación en el centro de la ciudad. Un buen momento para evaluar las posiciones de unos y otros.
Es de gran importancia derrocar cuanto antes a este gobierno mafiioso que abusa del pueblo tunecino, ademas podría suponer la llama para la rebelión popular contra todas las dictaduras árabes del Norte de África. Hecho que no creo que ilusione a Estados Unidos y Francia, pues los interese de sus grandes empresas podría peligrar..

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