miércoles, 16 de febrero de 2011

SISTEMA ECONOMICO MUNDIAL

Esta asignatura me ha parecido muy interesante, especialmente por la forma de dar la clase incidiendo bastante en la reflexión actual sobre la economía y política a nivel general de muchos países, gobiernos, así como en el poder de los mercados a nivel mundial y el peligro a su inmenso poder de influencia sobre todo el mundo.
El comienzo de algunas clases se me hacían muy llevaderas con las píldoras o lecturas de frases o poemas que me parecían muy entretenidas y muy reflexivas. No son las lecturas que suele leer yo y me parecía algo interesante, pues las reflexiones profundas no es mi punto fuerte.
Pero después a la hora de la práctica y el modo de llevar a cabo una investigación se hace gran hincapié en el empirismo, los datos objetivos y el aprendizaje tenía que basarse en pautas de estudio claras de causa efecto, nada de comentar teorías abstractas todo tiene que estar bien esquematizado y debe ser verificable (se arremete contra el conocimiento aristotélico, así como contra la verdades porque sí).

A continuación voy a realizar un breve resumen del libro de Sweezy "Teoría del Desarrollo capitalista" aunque desde lo voy hacer sin seguir una estructura y siguiéndolo desde un punto de vista marxista.
Marx es radicalmente distinto del de las escuelas de pensamiento no marxista, ya que “pone al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”.
Poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis: ésa es la tarea específica de la abstracción.
La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. Intentaba más bien poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social.
Una vez alcanzada la conclusión de que la clave del cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción.
Marx se dedicó efectivamente a un estudio completo de la economía política, desde el punto de vista de las leyes que rigen los cambios en el modo de producción. “Poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna” vino a ser así la meta científica a la que dedicó la mayor parte del resto de su vida.
Marx retuvo aquellos elementos del pensamiento de Hegel que hacían énfasis en el proceso y desarrollo a través del conflicto entre fuerzas opuestas o contradictorias. A diferencia de Hegel, sin embargo siguió lo conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, esto es, descubrió que era lo que él llamó conflicto de clases.
Marx advirtió la tendencia a poner el acento principal en la tierra y la renta, y la consideró descaminada. ( La agricultura viene a ser, cada vez más, una simple rama de la industria y está completamente dominada por el capital…el capital es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa.)
“La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado”. Esta relación debe ser el centro de la investigación, el poder de abstracción debe ser utilizado para aislarla, para reducirla a su forma más pura. Esta actitud requiere dos pasos:
Primero, todas las relaciones, exceptuando las que existen entre el capital y trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, sólo en una etapa ulterior del análisis.
Segundo, la relación capital-trabajo misma debe reducirse a su forma o formas más importantes.
De este modo llegamos al verdadero punto de partida de la Economía Política de Marx.
“Las mercancías”: Todo lo que habitualmente se destina al cambio más bien que a uso directo, es una mercancía; El análisis de las mercancías, por consiguiente, implica el análisis de la relación de cambio y su aspecto cuantitativo; incluye además un análisis de dinero.
El propósito legítimo de la abstracción en la ciencia social no es nunca alejarse del mundo real, sino más bien aislar ciertos aspectos del mundo real para fines de investigación intensiva.
Hay que hacerse tres preguntas:
1) ¿Están hechas con las debida consideración del problema que se estudia?
2) ¿Eliminan los elementos no esenciales del problema?
3) ¿Se abstienen de eliminar los elementos esenciales? Si podemos contestar a estas tres preguntas, podemos decir que se ha observado el principio de la abstracción apropiada.
Para Marx, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado. La realidad social es el proceso histórico.
La mayoría de las gentes dan por supuesto el capitalismo, exactamente como dan por supuesto el sistema solar.
Toda mercancía tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio.
El valor de uso expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido. Observa e requisito de que las categorías de la economía política deben ser categorías sociales.
Poseyendo valor de cambio las unas en relación con las otras, las mercancías exhiben su característica única. En una sociedad en que el cambio es un método regular de realizar el propósito de la producción social, es sólo en calidad de mercancías como los productos tienen valor de cambio.
El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre cosas, entre las mercancías mismas. ¿En qué sentido, entonces, ha de ser concebido como una relación social y, por lo tanto, como materia adecuada a la investigación del economista?
La relación cuantitativa entre cosas, que llamamos valor de cambio es, en realidad, sólo una forma exterior de la elación social entre los propietarios de mercancías. La relación del cambio como tal es una expresión del hecho de que los productores individuales, trabajando aisladamente cada uno, trabajan en realidad los unos para los otros.
El cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productos individuales
Una mercancía es un rasgo universal de la existencia humana, presente en cada una y en todas las formas de sociedad. Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de sociedad que se distingue por dos características principales: 1) La división del trabajo desarrollada y 2) producción privada.
Marx identifica el trabajo como la sustancia del valor.
El trabajo también tiene dos aspectos, uno correspondiente al valor del uso y el otro al valor de la mercancía que produce.
Podemos resumir la relación cualitativa del valor con el trabajo en la siguiente información: “Todo trabajo es gasto de fuerza, y en su carácter de trabajo humano abstracto idéntico, crea y forma los valores de las mercancías. Por otra parte, todo trabajo es el gasto de fuerza humana de trabajo en una forma especial y con un fin preciso, y en éste, su carácter de trabajo útil concreto, produce valores de uso.
El trabajo abstracto es abstracto sólo en el sentido completamente recto de que se pasan por alto todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra.
La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mucho mayor que el que prevalecía en cualquier forma anterior de la sociedad.
El trabajo no es sino el resultado de una suma concreta de diferentes clases de trabajo. La indiferencia hacia la clase particular de trabajo corresponde a una forma de sociedad en la que los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra. El trabajo se ha convertido aquí en un medio de crear riqueza en general y ha dejado de desarrollarse junto con el individuo en un sentido particular.
La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver claramente una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad.
El trabajo abstracto es la sustancia del valor. La mercancía tiene en común con todas las demás mercancías el hecho de absorber una parte del total de la fuerza del trabajo disponible en la sociedad.
Marx decía que “la magnitud del valor expresa… la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo”.
En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres “adopta, a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Esta materialización de las relaciones sociales es el corazón y la médula de la doctrina del Fetichismo, de Marx.
En períodos anteriores de la historia, cuando las relaciones de producción tenía un carácter personal directo, tal materialización de las relaciones sociales era evidentemente imposible.
El mundo se rige por un estado de la sociedad en que el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él.
La aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es uno de los rasgos más notables del período capitalista.
La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia e el pensamiento económico tradicional, por lo menos en otros dos sentidos importantes. En primer lugar, las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías de la vida económica en general. Los sistemas económicos anteriores han sido vistos como versiones imperfectas o embrionarias del capitalismo moderno y juzgadas en consecuencia. En segundo lugar, la atribución de poder independiente a las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los “factores de producción” en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que “produce” un ingreso a sus propietarios.
La forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz posible para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista.
El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe, por una parte, una intensa racionalización de sus procesos parciales y, por otra, una creciente irracionalidad del funcionamiento de sistema como un todo. Es claro que nos encontramos aquí con una de las mayores contradicciones del régimen capitalista. Un sistema social que tiene dominio sobre el hombre, lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino. Al mismo tiempo, le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de más en más sus energías por cauces puramente destructivos.
Marx estableció la teoría de la “ley del valor”, en la cual establece un equilibrio entre las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de producción.
Esta teoría viene a demostrar que estos elementos se vienen a regular entre ellos de manera natural, con lo que de por sí existe un orden y no un caos que necesite una coordinación.
Para llegar a esta conclusión respecto de la teoría de la “ley del valor”, Marx hizo estudios en diferentes aspectos. Por ejemplo, en el primero de ellos analizó las relaciones económicas de las mercancías, con lo que estableció la “teoría del valor cuantitativo”, mediante la cual defendía la tesis de que existía una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. En este punto hay que hacer dos matizaciones, primeramente hay que relacionar el tiempo de trabajo con la noción de trabajo socialmente necesario, es decir, “el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado”. La segunda matización es la consideración para todos los efectos del trabajo como trabajo simple, incluyendo también el trabajo calificado, que aunque existen diferencias teóricas entre estos dos trabajos, Marx considera de importancia la dificultad de distinguirlas en la práctica, con lo que reduce las dos concepciones en trabajo simple.
Igualmente Marx estableció una correspondencia entre el tiempo de trabajo y el precio de las mercancías en el mercado, pero esta correlación fue razonadamente criticada puesto que choca frontalmente con las reglas de la competencia, los sujetos si actúan libremente se rigen por la ley de la oferta y la demanda enunciada por Adam Smith, ya que los ofertantes no estipulan el precio de sus productos según el tiempo de trabajo empleado sino el precio que establece de por sí el mercado, ya que si no perjudicaría sus intereses.
En relación con la ley de la oferta y la demanda enunciada por Adam Smith, Marx hace una aportación muy importante en referencia al papel que juega la demanda, ya que según la teoría de Adam Smith el papel de la demanda podría simplificarse a la función que desempeña en el mercado como correlativa de la oferta y viceversa; pero Marx alude al hecho de que hay otros factores a tener en cuenta dentro de esta concepción, ya que en el papel de la demanda también actúa el capital que tenga ésta para gastar en el mercado que es condicionada por salarios retribuidos en sus respectivos trabajos. Con ello la curva de la demanda se equilibra según sean las condiciones de los factores mencionados, no únicamente según sea la curva de la oferta.
La “teoría del valor” de Marx expuesta es contraria a dos teorías en relación con el precio, a saber: “teoría del precio de producción” y “precio de monopolio”. Con lo que dejaría en duda la teoría aportada por Marx que rige en el precio, ya que estas dos concepciones no se ajustan a las condiciones de equilibrio en la teoría enunciada por Marx.
Antes de la aparición del Capitalismo, los sujetos tenían establecido un sistema de producción simple de mercancías, con lo que la cadena de producción era la siguiente: mercancía- dinero- mercancía (M-D-M). En cambio con la aparición del capitalismo, Marx distinguió de la anterior la cadena de producción de la siguiente manera: dinero- mercancía- dinero (D-M-D). Con lo que se podía observar que el Capitalismo consideraba el dinero, no como un medio, sino como un fin en sí mismo.
Asimismo, para el Capitalismo la fuerza de trabajo era considerada como una mercancía en las mismas condiciones de las demás, y era el elemento principal para la consecución de la plusvalía por el capitalista. La plusvalía no se conseguía por el proceso de circulación de mercancías ya que una variación en el precio desequilibraría en el mercado la curva de la oferta y la demanda en prejuicio del ofertante. Tampoco la plusvalía proviene de los materiales y maquinaria empleados en el proceso de producción. Por ello solamente nos queda la fuerza del trabajo como causante de la plusvalía, ya que Marx pone como caso que el trabajador en las 6 primeras horas de trabajo reembolsa los gastos que el capitalista tiene por él, pero en una jornada de 12 horas, las restantes 6 horas que el trabajador hace son un excedente de trabajo, y ello se traduce en una plusvalía de la que se beneficia el capitalista.
Con esta teoría enunciada por Marx, establece una fórmula básica:
c+v+p=valor total
De esta fórmula se derivan unas cuantas más que son utilizadas actualmente para los ejercicios de contabilidad en las empresas, como por ejemplo:
· La tasa de la plusvalía: la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario, que Marx llama “tasa de explotación”. Esta tasa es directamente determinada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad de trabajo.
· La composición orgánica del capital: es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo, dicho de manera técnica, es una medida de la relación de capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción.
· La tasa de la ganancia: es la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital
Se ha podido observar que los factores que interactúan en las tres fórmulas son idénticos, con lo que según esta tesis para que esto se cumpliera todas las empresas e industrias debieran de ser iguales en todo su proceso de producción y en los elementos que participan en él. Por ello, la teoría aportada por Marx no es considerada válida para explicar el funcionamiento del sistema capitalista. De todos modos, aunque la “teoría del valor” no es válida en estos términos, ha contribuido positivamente en el estudio del sistema capitalista.
La economía política clásica (apoyada en la teoría de la población) predecía un fin del progreso económico. Un elevado número de habitantes incitado por el creciente proceso de acumulación llevaría a que todas las cosas necesarias para la vida tuvieran que producirse e implicaría un alza en el valor del trabajo (no en el salario real), un descenso de la ganancia respecto a la producción total y el sistema caería cuando el riesgo a asumir por el capitalista no se compensara con las ganancias. Esta teoría malthusiana murió cuando en la década de 1870 las tasas de natalidad cayeron en Europa.
El desarrollo de la teoría económica de Marx toma a las innovaciones y a los descubrimientos productivos como condiciones necesarias para la existencia del sistema capitalista. Ya que a través de estas nuevas tecnologías (que ahorran trabajo) es como se recluta al ejército de reserva y que este exista, es lo que hace que la plusvalía sobreviva y como consecuencia su clase (la burguesía).
En conclusión, los cambios en los métodos de producción llevan consigo un cambio en las relaciones sociales.
La mecanización del proceso productivo incitado por la acumulación, lleva a una mayor productividad en constante crecimiento, por lo que requiere un mayor desembolso del capitalista en materiales y maquinaria (composición orgánica del capital) esto llevó a Marx a formular la “ley de la tendencia descendente del capital” con la siguiente fórmula:
g= p´ (1-o)
De esta fórmula derivamos que si o tiende a crecer g tenderá a disminuir.
Lo que quiere decir, es que existen barreras para el desarrollo indefinido del capitalismo. La tendencia descendente de la tasa de ganancia pone límites al capitalismo. Y este se convierte en un modo histórico de producción limitado por sus condiciones materiales.
Existen seis causas por la que la “ley general de la tasas descendente de la ganancia” se convierte solo en una tendencia.
- Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso continuo de la maquinaria al mismo tiempo que eleva la productividad del trabajo disminuye su valor por unidad del capital constante (se amortiza).
- Aumento de la intensidad de explotación. Los capitalistas utilizan métodos como acelerar y estirar para compensar la tendencia descendente de la tasa de ganancia. Aceleran dejando menos tiempo al trabajo necesario y más al excedente para así aumentar la plusvalía. Estiran, prolongando la jornada de trabajo.
- Depresión de los salarios más debajo de su valor. Intento de una constante reducción de los salarios por parte de los capitalistas.
- Sobrepoblación relativa: El ejército de reserva tiende a presionar a la fuerza de trabajo activa así deprimiendo los salarios.
- Comercio exterior. Hace posible adquirir materiales más baratos por lo que si se abarata el capital constante, la plusvalía aumenta.

Bueno creo que no se me ocurre nada más o no hace falta decir nada más...

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