jueves, 3 de febrero de 2011

AVANCE EN EGIPTO, RETROCESO EN ESPAÑA

Ironías de la vida, pero cierto, Egipto en particular, y el mundo árabe en general se ha levantado y la revolución se esta extendiendo como el aceite sobre la región. La gente reclama derechos sociales, económicos y políticos en contra de las tiranías de sus gobiernos dictatoriales y corruptos, que son aupadas por las potencias occidentales, y que de forma cínica también pretenden absorber el levantamiento legitimo hacia "una transición controlada", ahí tenemos el ejemplos de las declaraciones de Hillary Clinton que han ido modificándose gradualmente durante la semana, al principio se apoyaba de forma incondicional a Mubarak, después se le increpaba para que hiciese reformas, y ahora la situación es tan insostenible que se le pide que acelere la transición, triste marioneta.
Estos levantamientos no se conforman con migajas, han arriesgado mucho y ya no hay vuelta atrás y dificilmente va a ser tutelado por Estados Unidos o Francia, la gente quiere cambios profundos y estructurales de verdad y eso perjudica los intereses económicos de las transnacionales norteamericanas. Esto puede cambiar la geopolítica en la zona, pudiendo suponer el principio del Estado de Israel pues el pueblo árabe, en su mayoría, ve a Israel como un agente invasor... habrá que ver lo que pasa.
Lo destacable es que las revoluciones de Túnez y Egipto ya se están contagiando en Argelia, Jordania y Marruecos, y piden lo mismo cambios políticos profundos. Temblad marionetas de Estados Unidos...

Reconozco mis propias subjetividades (pues soy árabe por parte de padre) ante el proceso, y todavía es pronto para saber como va acabar todo, pero la ilusión va por delante, y eso que sy un poco pesimista... ¡es que no creía posible que Egipto se sumaría de esta forma!
Ahora toca la parte negativa, el gran retroceso social y democrático de España que es donde vivo (soy español por parte de madre
Después de recortar el salario de los trabajadores/as públicos, congelar las pensiones e imponer una Reforma Laboral que facilita y abarata el despido, el gobierno neoliberal de Zapatero, actuando como el Consejo de Administración del capitalismo, pretende reformar las pensiones con el único objetivo de recortarlas: alargar la edad de jubilación a 67 años, aumentar los años de cotización para el cálculo de la pensión (de 15 a 20 o 25 años), elevar de 15 a 20 años la cotización para poder cobrar una pensión, y para cobrar el 100% subir a más de 35 años cotizados.
El Sistema Público de pensiones NO está en riesgo, ni ahora ni dentro de 20 años. Esa información es rigurosamente falsa. La Seguridad Social es la única estructura del Estado que tiene superávit, y está previsto que lo siga manteniendo en los próximos años. Todas las reformas estructurales en marcha o anunciadas persiguen: cambiar radicalmente el actual modelo social y desmontar los servicios públicos para dar cabida a su privatización, y por tanto al negocio de las aseguradoras, bancos y otras entidades financieras, en este caso concreto con los planes de pensiones privados.
Miles de trabajadores y trabajadoras están siendo despedidos, ahora con indemnizaciones de 20 días por año trabajado con el tope de 12 mensualidades, el paro sigue aumentando y al millón trescientos mil trabajadores/as que no perciben ingreso alguno, se sumarán en Febrero los 688.000 que dejarán de percibir los 426 euros del subsidio de desempleo. Y mientras, se suceden las privatizaciones de empresas públicas (AENA, Loterías, Polideportivos...) y de los escasos contratos nuevos, el 92% son temporales, evidenciando así la falsedad de que la reforma laboral crearía empleo estable.
La coartada del Gobierno, obedeciendo fielmente a la Patronal, la Unión Europea y al fondo Monetario Internacional (FMI), para tomar estas medidas, es la crisis y la demanda de los mercados. Pero esta crisis que es de gran calado y se prolongará en el tiempo, se debe a la voracidad de la Banca y del propio sistema por elevar su tasa de ganancia, a costa de la clase obrera y en especial de los jóvenes, las mujeres y los pensionistas, que somos quienes pagamos todos los efectos negativos: destrucción masiva de empleo y empobrecimiento creciente de la mayoría social.
Ante este panorama resulta injustificable, una vez más, el papel de pasividad y complicidad de los sindicatos institucionales, CC.OO y UGT. Después de convocar, tarde, una Huelga General el 29 de Septiembre, dejan pasar tres meses sin trazar un verdadero plan de lucha frente a tanta agresión y a la guerra social que el Gobierno nos ha declarado a los trabajadores/as, se dedican a amenazar con mucha verborrea que la línea roja está en los 65 años como edad de jubilación, para acabar lloriqueando y reclamando la vuelta a los Pactos Sociales con la derecha más reaccionaria y la patronal, pidiendo incluso la presencia del PP en dicho Pacto
Este nuevo planteamiento de los sindicatos institucionales, que de nuevo no tiene nada y que nos retrotrae a épocas que creíamos afortunadamente ya superadas, pone en evidencia lo que nosotros nos temíamos. La Huelga General del 29 de Septiembre que CCOO y UGT convocaron por la presión de los trabajadores/as, de los sindicatos alternativos y de la ciudadanía en general, pero se hizo de forma tardía, sin convicción y en un intento de lavarse la cara. Ahora quieren volvernos a utilizar para seguir defendiendo sus prebendas, sus liberados y sus multimillonarios ingresos otorgados por el gobierno y la patronal.
 La alternativa a las agresiones del gobierno, el FMI, la derecha y la patronal, no puede pasar nunca por la eliminación de los derechos de los trabajadores/as y los sectores más desfavorecidos mediante un Pacto Social claudicantecorportaivos, CC.OO y UGT, con la aceptación de las recetas reaccionarias del capital, sino con la lucha y la movilización (como en Egipto leches).
Como conclusión, soy pesimista a corto-medio plazo respecto a la posiblidad de dar un vuelco a la situación en el Estado Español, todavía existe una cultura apolítica y antiparticipativa heredada del franquismo.

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